Pasta de Tomate: Como Hacer Salsa de Tomate Concentrada
Conserva los tomates de la huerta preparando una pasta de tomate casera, una salsa de tomate concentrada, en la encimera, en el horno, o en olla lenta.
Limpia bien los tomates, retira los tallos y corta los tomates en trozos.
Llena la jarra de una licuadora con los trozos de tomate y tritúralos hasta obtener una salsa líquida.
Coloca un colador sobre una olla grande y vierte la salsa de tomate en el colador. Usa una cuchara de acero inoxidable o una espátula para presionar la salsa y pasarla por el colador. La idea es quitar los pieles y las semillas, dejando solo la salsa en la olla.
Repite con los tomates restantes. A algunas personas les gusta agregar pimientos rojos y/u otras verduras a la pasta de tomate casera. Si quieres hacerlo, ahora es el momento. Yo, personalmente, prefiero usar sólo tomates. Añado otras verduras, especias, y condimentos, si hace falta, cuando hago recetas que llevan la pasta de tomate.
Calienta la salsa a fuego lento hasta que empieza a hervir, moviéndola y comprobando la consistencia de vez en cuando. A medida que el agua se evapora, la salsa se espesa. Cuando se espese bastante, debes bajar el fuego y vigilarla a menudo porque es más probable que se queme.
Para darle un sabor más caramelizado y reducirla aún más, puedes extender la pasta de tomate en una bandeja de horno limpia, y hornearla a temperatura baja hasta que llegue a la consistencia deseada.
Una vez que alcance la consistencia deseada, la pasta de tomate está lista para usar en recetas o para almacenar. Yo suelo congelar la pasta de tomate para conservarla, pero también puedes enlatarla. Si decides enlatarla, debes añadirle un poco de ácido cítrico, que puede ser en forma de zumo de limón, a la pasta antes de enlatarla.