Mezcla la harina de almendra con la harina de tapioca y los huevos. Es más fácil si utilizas un procesador de alimentos hasta conseguir una mezcla granulada que se una cuando la compactas.
Haz una bola de la mezcla y amásala un poco. Si es necesario, puedes añadirle un poco de agua caliente. Uso agua caliente, ya que parece darle más elasticidad a la masa que el agua fría. (Creo que es porque la harina de tapioca coge elasticidad al cocerse.)
Deja que descanse la masa mientras empiezas a hacer el relleno.
Dora el cerdo picado en una sartén a fuego fuerte; cuando empiece a dorarse, añade unos dientes de ajo picados, la sal y la pimienta al gusto.
Ralla el jengibre fresco y añádelo al relleno. Me gusta añadirle un montón de jengibre (unos 3 cm de la raíz) para darle mucho sabor, pero puedes agregarle la cantidad que quieras.
Estira la masa con un rodillo. Es más fácil extender la masa entre dos capas de papel de horno para que no se pegue. Intenta conseguir una capa muy fina de la masa.
Utilizando un cortador de galletas circular (o dandole la vuelta a un vaso) corta círculos de la masa.
Moja un lado de la masa con un poco de agua y añade una cucharada de carne en el centro de la masa. (La cantidad dependerá del tamaño de los círculos que hayas hecho.)
Dobla los círculos de masa por la mitad y pellizca los bordes para sellar las empanadillas.
Una vez que hayas formado todos los dim sum, hay que cocinarlos al vapor. Yo usé una vaporera de bambú dentro de un wok con un poco de agua a fuego lento. Para evitar que se peguen a la vaporera que uses, debes colocar unas hojas de col o de papel de horno en el fondo. Los dim sum se ponen un poco pegajosos cuando se cocinan al vapor. Por eso en inglés mucha gente los llama "potstickers,", que quiere decir que se pegan a la olla.
Cocina al vapor unos 10-15 minutos hasta que la pasta cambie de textura y se vea como una pasta cocida. Puedes probar uno para comprobar el punto de cocción.
Una vez cocidos, retíralos del fuego y sírvelos con una salsa de tu elección. Yo hice una salsa con un poco de salsa de soja, un toque de aceite de sésamo y un vinagre asiático de ciruela. Le van bien las salsas saladas a base de salsa de soja, pero si quieres que el plato sea 100% paleo, puedes sustituir la salsa de soja por aminos de coco, una salsa de pescado, o algo parecido.