Mezcla todos los ingredientes secos. Si prefieres usar nibs de cacao o ves que los ingredientes son demasiado abrasivos para tus dientes sensibles, puedes moler los ingredientes en un molinillo de café antes de agregarlos al agua.
Agrega el agua destilada hasta obtener la consistencia deseada. Mezcla todo bien.
Puedes echarle unas gotas de un aceite esencial como el de menta o el aceite de clavo, para darle sabor y frescor.
Llena en tubo de viaje de silicona u otro recipiente con la pasta de dientes casera. ¡Ya está lista para usar!