Pesa el aceite de oliva y empieza a calentarlo a fuego lento. Yo uso una olla de cocción lenta para hacer este jabón. La olla de cocción lenta lo facilita todo porque lo calienta suavemente poco a poco, manteniendo una temperatura constante y evitando que se queme el jabón. (En la foto se puede ver que primero intenté hacerlo en un bol dentro de la olla, pero no funcionó bien así y después vertí todos los ingredientes directamente en la olla).
Combina la glicerina y agua y pesa el hidróxido de potasio (KOH).
Con cuidado vierte el KOH al agua (¡Y no al revés!) en un sitio bien ventilado. Yo suelo mezclarlo fuera. Remueve el KOH en el agua hasta que se disuelva. Se pondrá turbia el agua al principio, pero luego se aclarará.
Con cuidado, vierte la mezcla de KOH en el aceite de oliva caliente, y, poco a poco, mézclalos todavía dentro la olla de cocción lenta a fuego lento para combinarlos bien.
Usando una batidora de mano, comienza a mezclar los ingredientes. En pocos minutos la mezcla empieza a espesarse y parece mayonesa. Poco después parece unas natillas.
Un par de minutos más tarde, la mezcla se hace granulada. Hay quien lo llama la etapa de puré de patatas por su apariencia. Sigue mezclando. (Si en cualquier momento se vuelve demasiado espeso para poder mezclarlo con la batidora de mano, pasa a usar una cuchara de madera. Cuando hice este jabón con sólo aceite de oliva, no tuve que hacerlo.)
A medida que sigas mezclando, volverá a hacerse cremoso, y empezarás a ver partes que se hacen translúcidas. Una vez que llegues a ese punto, puedes dejar de mezclar con la batidora de mano y sólo moverlo de vez en cuando con una cuchara de madera.
La mezcla se hará cada vez más espesa y más transparente. Ahora vamos a hacer una pasta de jabón, la que vamos a diluir para hacer el jabón líquido. El proceso tardará unas 3-4 horas, y tendrás que vigilarlo y mezclarlo cada media hora, más o menos. (Ahora entiendes por qué dije que se tarda más que en hacer un jabón de barra).
Para ver si ya está hecha la pasta, hay que comprobar si se pone completamente transparente al disolverse en agua. Toma una pequeña cantidad de la pasta de jabón y disuélvela en agua. Si el líquido se pone turbio, debes continuar la cocción del jabón durante otra media hora y probarlo de nuevo. Si se hace transparente como el jabón de mi foto, ya puedes sacar la pasta de jabón de la olla.
Ya puedes guardar la pasta de jabón y almacenarla hasta que la quieras usar. Para hacer un jabón líquido, hay que disolver una pequeña cantidad de la pasta en agua destilada.