Precalienta el horno a 220ºC / 430ºF. Si vas a usar una piedra de pizza, deja que se precaliente en el horno.
Mezcla el agua caliente y la levadura.
Mezcla todos los ingredientes con el agua y la levadura durante varios minutos en una batidora de pie con el gancho amasador, si lo tienes. Si no, amásalo con las manos durante varios minutos.
Forma una bola con la masa y déjala reposar durante 8-10 minutos.
Extiende la masa en la forma deseada. Suelo hacer una pizza redonda del tamaño de la piedra de pizza que tengo, pero también se pueden hacer varias pizzas individuales o una pizza grande y rectangular. Deja los bordes un poco más gruesos que el centro, formando la corteza. Para que no se pegue, debes untar las bandejas con aceite o si usas una piedra de pizza, puedes echarle un poco de harina de maíz gruesa antes de colocar la masa de la pizza encima.
Unta la masa con aceite de oliva. También se le puedes echar unas hierbas aromáticas encima si quieres.
Hornea la masa durante unos 8-10 minutos.
Retira la masa parcialmente cocida y cúbrela con salsa, queso y otros ingredientes.
Hornéala durante 10 - 12 minutos más, o hasta que la corteza de la pizza se dore.