Echa el coco rallado o copos de coco secos, en un procesador de comida o una batidora de alta potencia. En la batidora costará un poco más al principio porque se tendrá que echar el coco que se queda pegado a los lados para abajo para poder procesarlo bien. El tiempo que tarda depende mucho de la potencia del procesador o batidora que uses.
Si ves que le cuesta, también puedes dejar que descanse un poco el procesador de comida durante un minuto cada cierto tiempo. No lo dejes descansando durante mucho tiempo para que no se enfríe y se quede dura la mezcla.
Al principio verás como se van formando bolas. Sigue hasta que el coco suelta el aceite y a partir de allí el proceso empieza a avanzar más rápido. Sigue hasta obtener una crema fina.
Echa la manteca de coco recién hecha en un recipiente para guardarla, o en una bandeja de horno preparada con papel de horno para obtener una capa fina de manteca de coco cuando se endurezca.