¡Por fin lo he hecho!
Hace mucho tiempo que quería hacerme “un escritorio para mi cinta de correr”. A pesar de escribir un blog acerca de lo que yo considero una forma saludable de comer y de vivir, realmente no me siento como si yo viviera así.
La mayoría de la gente que no escribe un blog no se da cuenta de la cantidad de tiempo que se le dedica. No se trata sólo de hacer un par de recetas, tomar las fotos y mostrarlo todo a tus amigos. Lo puedes hacer así (o al menos se comienza de esta manera) pero normalmente se convierte en mucho más!
Después de escribir las entradas, quieres que la gente las vea. (¿Para qué las escribes si no?)
Entonces normalmente se aprende a trabajar en conjunto con otros blogeros en tu campo para promocionarse mutuamente en las redes sociales.
¿Sabes qué?
Al final todo eso ocupa ¡más tiempo que escribir la entrada!
Por lo tanto, escribes sobre querer vivir de una manera saludable y terminas sentada delante de un ordenador durante horas y horas, casi todos los días.
No suena tan saludable, ¿verdad?
A pesar de mis esfuerzos por quitarme el azúcar de la dieta y evitar los alimentos que agravan mi eczema, no me sentía tan bien como yo quería. Además, engordé un poco.
Es frustrante. Te sientes como si estuvieras comiendo mejor que nunca, pero algo todavía no va bien.
En mi caso, me faltaba un poco de aire fresco y un poco de ejercicio.
No me malinterpretéis, yo hacía vídeos de ejercicios de vez en cuando y todavía me encanta hacer trekking por la montaña, pero no lo hago todos los días, e incluso si fuera así, sigo sentada demasiadas horas al día.
Los días que hacía ejercicio, me sentía culpable por no trabajar en mi blog. Los días que trabajaba en mi blog, me sentía culpable por no hacer ejercicio. Todos los días, me siento culpable por no tener la casa un poco más limpia y organizada, pero eso es otra historia. 😉
Así que, por fin hice lo que hace tiempo tenía pendiente: ¡un escritorio para mi cinta de correr!
Una vez que tuve preparados los materiales, tardé menos de 20 minutos en hacer el escritorio.
Hace más de un año que estaba buscando ideas por Internet para este tipo de escritorio. Me gustaría poder decir que esta técnica es idea mía, pero no es así. Vi escritorios parecidos en varios blogs así que tampoco sé quién fue el primero en hacerlo. Yo iba a hacer algo parecido y planeaba atar mi escritorio a la cinta, pero el uso de las cuerdas elásticas es realmente una idea genial para hacer que el escritorio sea fácilmente desmontable.
Tenía que haberlo hecho antes, pero lo aplazaba porque no sabía si tendría la coordinación suficiente para utilizar el escritorio … ¿Hay que pensar, escribir y caminar, todo al mismo tiempo!?!?!
Pero, ¿sabes qué? Al final es algo muy natural para mí y me siento mucho mejor cuando estoy escribiendo mientras camino en la cinta. Creo que incluso me concentro más, y al no distraerme tanto, escribo mejor y más rápido.
Por la mañana me puedo tomar una infusión mientras escucho la radio y edito mis fotos, y por la tarde ando un poco más rápido mientras escribo.
¡Sólo llevo una semana con el escritorio, pero ya me siento como si me hubiera cambiado la vida! ¡En serio!
Ya tengo más energía, y tengo más ganas de trabajar en el blog. Además, ¡me siento más sana y menos hipócrita! 🙂
Así que, ¿quieres hacer un escritorio para tu cinta de correr también?
Te voy a mostrar cómo hice el mío.
1. Mide el ancho de los brazos de tu cinta de correr. La mía medía 92 cm.
2. A continuación, mide lo hondo que quieres que sea. Yo quería que mi escritorio fuera lo suficientemente hondo para sostener cómodamente el ordenador y lo hice de 30 cm.
3. Busca un tablero de pino del tamaño que quieres (en mi caso necesitaba un rectángulo de 92 cm x 30 cm). Fui a una ferretería y les pedí que me lo cortaran allí. Aprovechando el viaje, también compré allí un paquete de 4 cáncamos y algunas cuerdas elásticas.
4. Cuando llegué a casa, enrosqué 2 cáncamos a cada lado de mi escritorio (uno en la parte superior y uno en la parte inferior).
5. Para montarlo, engancha 2 cuerdas elásticas, de un lado a otro, por debajo de los pasamanos.
El primer día utilicé el escritorio tal cual sin ningún problema. Aún así, decidí añadirle una repisa, por si acaso, para que no se cayera el ordenador con el movimiento de la cinta. Con la repisa también puedo dejar mi teléfono en el escritorio.
¿Cómo lo hice?
Busqué un listón de madera pequeña que teníamos en la casa y lo atornillé a la parte inferior de mi escritorio. ¡Súper fácil!
Espero que te guste y que que decidas hacer uno si pasas mucho tiempo trabajando en el ordenador también..
Estar sentados durante demasiado tiempo nunca es una buena idea.
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