En otoño apetecen sopitas calentitas como esta crema de calabaza asada con cebollas caramelizadas y pimientos rojos. Es saludable, sabrosa y fácil de hacer.
Llevo varios años perfeccionando esta receta.
Cuando empecé mi blog, ya quería publicar una receta de crema de calabaza asada en esta época del año antes de Halloween, pero nunca lo hice porque no me convencían la sopa que hacía en ese momento. Nos la comíamos en casa, e incluso mi marido (no muy aficionado a las sopas) se la comía bien. A los dos nos gustaba, pero me parecía que le faltaba algo.
Hacer una receta saludable que guste no es suficiente para mí; quiero hacer recetas saludables que den ganas de repetir.
Mis primeros intentos de hacer una crema de calabaza asada incluían “caldo casero de hueso”. Pensaba que estaría mejor así, pero me he dado cuenta de que me gusta más sin ningún caldo de origen animal, lo que hace que sea una receta vegana (si decides caramelizar las cebollas en un aceite vegetal como el de coco o el de oliva).
Cuando llega el otoño, me encanta asar pimientos y calabazas al horno, pero tardé en intentar combinarlos para hacer una crema de calabaza. Un día que tenía los dos en el horno, se me ocurrió probarlo. Decidí añadirle cebollas caramelizadas a la mezcla, algo que antes ya echaba a mis cremas de calabaza.
Los pimientos rojos asados le incorporan un toque especial a la sopa, algo diferente que me encanta; y combina a la perfección con los otros sabores.
Ingredientes
- 1 cebolla
- 2 pimiento rojo
- 2 cucharada ghee o mantequilla o aceite de elección
- 1/4 cucharadita sal
- 1/4 cucharadita comino molido
- 2 hojas salvia fresca
- pimienta negra recién molida
Elaboración paso a paso
- Pela y corta la cebolla por la mitad; córtala en rodajas finas para obtener tiras para caramelizar.
- Para caramelizar las cebollas, derrite la mantequilla, aceite o ghee en una sartén a fuego medio-alto. Añade la cebolla, separando las tiras finas con una espátula y dorándolas. A medida que se peguen a la sartén, añádales un poco de agua para despegarlas y sigue dorándolas hasta que se oscurezcan y se pongan más dulces. Repite el proceso varias veces hasta llegar al color y dulzor que quieras.
- Mientras tanto, asa los pimientos rojos y quítales la piel y las semillas.
- Retira las cebollas caramelizadas de la sartén y añádelas al puré de calabaza. A mí me gusta caramelizar un poco la calabaza en la sartén para darles más sabor. (No tanto tiempo como las cebollas, claro.)
- Agrega el pimiento rojo asado y la mitad de las cebollas caramelizadas, junto con un poco de agua o caldo (yo usé unas 2 tazas de agua para conseguir una sopa espesa, pero le puedes añadir lo suficiente para conseguir la consistencia que prefieras), el comino, la salvia, la sal y la pimienta, y usando una batidora de mano haz un puré con todos los ingredientes. Me encanta el comino, así que le añadí 1/4 cucharadita a mi crema y para mí así era genial. Sin embargo a mi marido no le gusta mucho el comino así que si lo va a comer él utilizo menos. Es todo una cuestión del gusto de cada persona. Ajusta los ingredientes hasta que encuentres la combinación que te guste a ti.
- Sirve inmediatamente en tazones y usa el resto de las cebollas caramelizadas como decoración encima de la crema. También puedes decorar la sopa con semillas de calabaza tostadas, jamón serrano, o incluso un poco de yogur griego, como os voy a mostrar a continuación.
Hacerlo divertido para Halloween:
Esta crema de calabaza asada se puede decorar con una “telaraña” divertida que igual ya has visto en Pinterest.
Mi primer intento no me salió bien. Nadie es perfecto. 😉 Es que me imaginaba que se hacía con nata líquida, pero la nata se incorporaba en seguida a la sopa y no se quedaba encima.
Lo intenté de nuevo usando un poco de yogur griego, y así salió mucho mejor.
Si quieres probar, hay que hacer una espiral o círculos concéntricos con yogur griego encima de la crema. Una espiral probablemente es más realista, pero lo hice con círculos porque me parecía más fácil en ese momento. ?
Una vez hecha la espiral (o los círculos), sólo hay que arrastrar un palillo de dientes del centro del círculo hacia el exterior y repetir el proceso dando la vuelta al círculo: ¡telaraña instantánea!
Al tener la cebolla caramelizada, decidí usarla para hacer una “araña” en el centro de cada telaraña.
Siempre me gusta hacer que la comida sea un poco más divertida, especialmente para las fiestas.
¿Os gusta?
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