El uso de diferentes aceites y grasas le dará a tus jabones diferentes propiedades. Aprende a mejorar las cualidades de los jabones caseros variando los aceites en la receta.

Elegir aceites para hacer jabón no es como elegir aceites para hacer una crema casera o manteca corporal.
Cuando hacemos nuestros propios cosméticos, nos acostumbramos tanto a usar ciertos aceites, que queremos usar esos aceites en todo lo que hacemos.
A menudo me preguntan sobre como sustituir los aceites de una receta de jabón. Suele ser porque esa persona prefiere un aceite sobre alguno de la receta.
Sin embargo, aunque te guste mucho una crema casera hecha con solo aceite de cáñamo no significa que te vaya a gustar un jabón hecho con solo aceite de cáñamo.
La saponificación es una reacción química.
Cuando hacemos jabón, estamos alterando completamente los ingredientes en una reacción química llamada la saponificación.
A mucha gente le preocupa trabajar con la sosa cáustica. No quieren hacer jabones porque temen que su jabón pueda tener “sosa cáustica”.
La sosa cáustica es un ingrediente esencial en la fabricación de jabón. Cuando reacciona con las grasas de la receta se crea algo completamente diferente: ¡jabón!
Así el producto final ya no tendrá “sosa cáustica” y los aceites usados tampoco tendrán ya las mismas propiedades.
Sí, es posible “sobregrasar” un jabón para que sobra la cantidad de aceite necesario para la reacción química, pero aún así, lo más probable es que no notes la diferencia del exceso de aceite.
Propiedades de los aceites
Los aceites se transforman en algo diferente con la reacción química y cambian sus cualidades.
Cuando haces una crema casera, realmente no alteras las grasas de la receta. Sí, haces una emulsión con agua, pero eso es simplemente suspender pequeñas partículas del aceite dentro del agua. Así nos permite aplicar, de manera muy cómoda y eficaz, los aceites y el agua juntos sobre nuestra piel para que podamos hidratarla e nutrirla.
Por otro lado, al hacer jabón, las diferentes grasas actuarán de diferentes formas. Conocer las tendencias de los diferentes aceites y otras grasas en la fabricación de jabón nos ayudará a formular un jabón ideal para cualquier propósito.
Las grasas sólidas tienden a hacer un jabón duro
Si quieres hacer una pastilla de jabón duro, elije un alto porcentaje de grasas sólidas. Las grasas sólidas son las que generalmente son sólidas a temperatura ambiente, como el aceite de coco, el aceite de palma o las grasas animales como la manteca de cerdo y el sebo.
La mayoría de los aceites líquidos hacen jabones blandos y por eso deben combinarse con grasas sólidas para hacer una pastilla dura.
Dicho esto, el aceite de oliva es una excepción. Jabones hechas con aceite de oliva tardan un poco más en endurecerse que los jabones hechas con grasas sólidas, pero un jabón hecho con solo aceite de oliva sí que puede convertirse en un jabón bastante duro.
Aceites en la fabricación de jabón
Entonces, estudiamos cómo se comportan algunos de los aceites más comunes en la fabricación de jabón.

Aceite de oliva
El aceite de oliva es uno de mis aceites favoritos para hacer jabón. Es económico y proporciona una sensación de “acondicionamiento” al jabón. Eso lo hace genial para jabones faciales y corporales. Por otro lado, los jabones hechos solo con aceite de oliva no limpian profundamente y tampoco proporcionan mucha espuma.
Los jabones elaborados 100% con aceite de oliva se denominan jabones de Castilla. Algunas personas, especialmente aquellas con la piel sensible, elijen el jabón de Castilla puro porque es suave y no reseca tanto como otros jabones. Por otro lado, hay quien los odia. Los encuentran “resbalosos” o les molesta que no proporcionen mucha espuma.
Cuando se trata de jabones líquidos, no noto el mismo problema. El jabón líquido hecho con solo aceite de oliva en realidad proporciona bastante espuma, y el jabón líquido de aceite de coco no reseca tanto.

Aceite de coco
El aceite de coco es otro aceite que me encanta para hacer jabón. Aporta mucha espuma y los jabones hechos con aceite de coco limpian profundamente. Hago un jabón para lavar ropa con 100% aceite de coco.
En el lado negativo, se dice que los jabones hechos solo con aceite de coco resecan la piel. Por eso, no se suele usar como el único aceite en la mayoría de las recetas de jabón para la piel. Sin embargo, hay quien hace jabones geniales con solo aceite de coco. Para que no resequen tanto, usan mucho más aceite de coco de lo que se necesita para hacer la saponificación. Así queda algo de aceite sin reaccionar en el jabón.
Como dije anteriormente, cuando se trata de jabones líquidos, no he notado las mismas diferencias que he notado con los jabones en barra. Una barra de jabón hecha con aceite de oliva 100% es completamente diferente de una barra de jabón hecha con aceite de coco 100%.
Por otro lado, me cuesta distinguir los distintos jabones líquidos que tengo en casa. He usado el jabón líquido casero de aceite de coco en la ducha durante años y no lo veo que reseque la piel.
Aceite de Ricino
El aceite de ricino puede hacer que un jabón se disuelva más fácilmente en agua. También ayuda hacer más espuma y que dure más esa espuma. Por eso es genial para los jabones de afeitar.
Sin embargo, si se usa en un porcentaje demasiado alto (más del 10%), puede hacer que el jabón se sienta pegajosa. Para la mayoría de los jabones, lo ideal es no usar más del 5%.
El aceite de ricino también puede servir como solvente adicional en los jabones translúcidos como los de glicerina.

Grasas animales (manteca y sebo)
Las grasas animales producen pastillas de jabón duras que limpian profundamente. Puedes hacer un buen jabón para lavar ropa con 100% manteca o sebo. Sin embargo, normalmente sugiero agregarlos hasta el 50% de una receta para dar una buena espuma estable.
En la primera receta de jabón de glicerina que publiqué en el blog, usé sebo para endurecer el jabón. Al hacer jabones de glicerina, se utilizan solventes para eliminar parte de la estructura cristalina del jabón. Eso es lo que le da una apariencia translúcida. Si no comienzas con un jabón duro, los solventes lo ablandarán aún más.
Cuando formulé la receta para un jabón navideño de menta, elegí el aceite de coco y la manteca de cerdo para hacer una barra de jabón blanca y dura. Debido a que los jabones hechos con aceites sólidos también se endurecen rápidamente, pudes hacer un decorado cómo el que hice yo en esa receta fácilmente ya que los jabones hechos con esos aceites se pueden desmoldar en seguida.

Aceite de bayas de laurel
El aceite de bayas de laurel es el aceite que se utiliza junto con el aceite de oliva en los jabones tradicionales de Alepo elaborados en Alepo, Siria. Ayuden a crear un poco más de espuma.
Por lo general, los jabones de Alepo usan el aceite de bayas de laurel al 20-40% y el resto es aceite de oliva.
Aceites líquidos (Jojoba, aguacate, girasol, etc.)
Muchos aceites líquidos se pueden usar en cantidades pequeñas (hasta un 10-15%) para hacer un jabón de espuma media y limpieza suave. Cuando se usan en concentraciones más altas, la barra de jabón puede volverse demasiado blanda o el jabón incluso podría ponerse rancio prematuramente.
El aceite de jojoba es realmente una cera líquida, pero se comporta como un aceite líquido en la fabricación de jabón. Eso dicho, es más estable que ellos contra la rancidez (pero también suele ser más caro).
Cuando se utilizan aceites líquidos, generalmente se tarda más en alcanzar el trazado (o “trace”) durante la elaboración del jabón. El jabón también suele tardar más en endurecerse lo suficiente como para desmoldarse.
Mantecas vegetales (Karité, Cacao, Mango)
Las mantecas vegetales como la manteca de karité, la manteca de cacao y la manteca de mango tienden a producir barras de jabón duras con espuma estable. Se suelen usar cantidades de hasta un 20% de una receta de jabón, pero también se pueden usar en cantidades más altas.
Ceras
Una pequeña cantidad de cera, como la cera de abejas, puede ayudar a endurecer el jabón. Sin embargo, echarle demasiado puede hacer que ese jabón ya no produzca espuma y que se vuelva pegajoso. Si quieres probarlo, sugiero no no sobrepasar el 1-2% de la porción de aceite de la receta.
Combinando aceites
Para obtener los beneficios de varios aceites diferentes de manera que se complementen entre sí, la mayoría de los jabones combinan una variedad de diferentes tipos de aceites.
Los aceites líquidos se utilizan por sus propiedades hidratantes y / o acondicionadoras. Tienden a hacer jabones suaves, pero si se usan solos, pueden hacer barras de jabón demasiado blandos. El aceite de oliva es la única excepción que conozco y puede hacer una barra de jabón dura, pero que no suele hacer mucha espuma.
Hay quien le encantan los jabones puros de Castilla por su suavidad. También hay quien los odia y por ser demasiado “resbalosos” y por no hacer mucha espuma.
Para endurecer los jabones, aumentar su espuma y mejorar su capacidad de limpieza, se agregan aceites sólidos a los jabones. Si usas el aceite de oliva como el aceite líquido principal, solo se necesita una pequeña cantidad de aceite sólido para mejorar las cualidades del jabón. De lo contrario, es mejor que al menos el 50% de los aceites de la receta sean sólidos.
La receta que publiqué cómo jabón fácil para principiantes es un ejemplo de lo que algunos llaman un jabón “Bastile”. Los jabones “Bastile” son recetas de jabón de Castilla modificadas. Aceite de oliva es el aceite principal de esas recetas, pero tambien usan otros aceites sólidos para mejorar el jabón. En esa receta, agregué un poco de aceite de coco para mejorar la espuma y la capacidad de limpieza.
Esa receta se ha vuelto muy popular. A la gente le encanta la sencillez de hacer un jabón con aceites que son muy fáciles de encontrar. Si nunca antes has hecho jabón, ¡es buena receta para comenzar!
Debido a que esa publicación fue tan popular, basé un par de recetas más en ella. Cada una de ellas se basó en la misma combinación de aceites.
En la receta para el jabón de calabaza y especias, aprendes cómo hay que agregar la leche de cabra a un jabón para que no se queme. También te enseño cómo hacer un jabón marmoleado. Le da un aspecto muy divertido al jabón.
Otro jabón navideño basado en esa receta es el jabón de “pan de jengibre”. Incorpora melaza para darle un toque de color y un poco más de espuma.
Formulando con la mejor combinación
Una vez que conozcas las tendencias básicas de los aceites en la fabricación de jabón, puedes comenzar a formular tus propias recetas.
Para hacerlo, una calculadora de saponificación es una herramienta muy útil. Te permite calcular la cantidad de sosa cáustica que debes usar en la receta.

Soapcalc es una calculadora de saponificación genial que te ayuda a predecir cómo será tu jabón. Te calcula valores para cualidades como “dureza”, “limpieza”, “acondicionamiento”, o “burbujas”. Los números pueden resultar confusos al principio. Sin embargo, si haces clic en el botón “ver o imprimir receta”, se abrirá una nueva pestaña con todo tipo de información sobre tu receta.
Junto a esos valores, ponen un rango para cada propiedad. Te guía, más o menos, cómo debe ser un jabón. Al principio, probablemente querrás intentar estar dentro de los rangos sugeridos para todas las propiedades. Sin embargo, con el tiempo y la experimentación, es posible que descubras que te gusten algunos jabones fuera de esos rangos. Por supuesto, todo depende de las preferencias de cada persona.
Pronto os enseñaré cómo usar una calculadora de saponificación.
Me encantó la información, ahora tengo más claridad del uso de aceites en jabones
Genial, Ana. Me alegro mucho. 🙂
Me encantó la informacion, gracias. Esta muy clara
Me alegro! Gracias, Ileana.