Hacer una reducción de balsámico es fácil de hacer; en poco tiempo puedes hacer una salsa dulce y de sabor complejo perfecta para aliñar las ensaladas y frutas todo el año.
Me encanta usar la reducción de vinagre balsámico para aliñar mis ensaladas.
Aquí en España se suele ver en algunas ensaladas de los restaurantes más modernos, por lo general en ensaladas con queso de cabra y nueces (o algo parecido).
Tengo que admitir que no me gusta mucho el vinagre balsámico, pero aún así… me encantan las ensaladas aliñadas con una reducción de vinagre balsámico. Una vez reducido, la acidez del vinagre se reduce considerablemente, resultando un jarabe dulce de sabor complejo. Realmente no sé cómo describirlo.
En otoño, suelo hacer una ensalada con rúcula, higos frescos, queso de cabra y nueces o nueces pacanas aliñada con aceite de coco y una reducción de vinagre balsámico. ¡Me encanta!
Cada vez es más fácil encontrar reducciones balsámicos ya hechas en las tiendas, pero la mayoría tienen ingredientes innecesarios. A mí me parece que una reducción de vinagre balsámico casera es lo suficientemente dulce, y no le hace falta que le añadan azúcar o edulcorantes artificiales (entre otras cosas).
Ya sabéis que a mí me gusta hacer las cosas caseras para poder controlar los ingredientes que llevan. En este caso puedes añadir especias o endulzar a tu gusto.
Aunque suele gustarme “lo raro”, en esta receta peco de “aburrida”, porque no le añado nada de nada. Creo que ya tiene un sabor bastante complejo y no necesita nada más, pero vosotros podéis hacerla como queráis. Hay está la gracia de hacer las cosas caseras.
Os dejo con la receta.

Ingredientes
- 1 botella vinagre balsámico
- especias como canela o clavo opciona
Elaboración paso a paso
- Vierte la botella de vinagre balsámico en una olla pequeña destapada.
- Caliéntalo a fuego medio, revolviéndo de vez en cuando y controlando la consistencia del vinagre.
- A medida que el líquido comienza a evaporarse, el vinagre se hará más espeso y más dulce. Baja el fuego si hace falta para asegurarte de que no se queme.
- Una vez que haya alcanzado el espesor deseado (debe "perder" al menos a la mitad del volumen original), quítalo del fuego y viértelo en una botella de servir.
- Usa la reducción para aliñar ensaladas o frutas o ¡como quieras!
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