Refrescante y naturalmente carbonatada, la cerveza de jengibre fermentada, también conocida como el ginger beer, es perfecta para añadirla a bebidas como el Moscow Mule o el Dark n’ Stormy. También está deliciosa sola como un refresco.

Hace varios años, viajamos en un crucero con todo incluido. Durante el viaje, probé una gran variedad de cócteles. Por primera vez, probé un Moscow Mule y me encantó. Para los que no conozcan el Moscow Mule, es un cóctel hecho con vodka, cerveza de jengibre y zumo de lima.
Cuando llegué a casa, quise probar a preparar mi propio Moscow Mule, así que hice un pedido de ginger beer. Sin embargo, cuando llegó, no me entusiasmó la lista de ingredientes, y tampoco me gustó el sabor de la marca que había comprado.
¿Qué es la cerveza de jengibre?
La cerveza de jengibre es una bebida “picante” con origen en inglaterra que tradicionalmente se elaboraba fermentando jengibre, azúcar y agua. Hoy en día se prepara de forma parecida al ginger ale y se le añade gas a una mezcla dulce con sabor a jengibre, que probablemente sea una combinación de aromatizantes naturales y artificiales.
Ginger ale vs. la cerveza de jengibre
Aunque se elaboran de forma similar, la cerveza de jengibre suele ser más picante que el ginger ale. Aunque no siempre, también suele tener un color un poco más oscuro. Cuando los hago de forma casera, suelo llamar ginger ale a la no fermentada y cerveza de jengibre a la fermentada.
¿Por qué hacerla?
El ginger beer es delicioso y lo puedes tomar solo como un refresco o mezclarlo con otras bebidas para hacer cócteles.
Cuando lo haces de forma casera, usas jengibre y limones fescos y reales en lugar de sabores artificiales y conservantes. Sus burbujas se forman en un proceso de fermentación natural.
Ginger beer casero es más saludable que él que se vende e incluso puede beneficiar la salud, especialmente el sistema digestivo. El jengibre en sí tiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antieméticas y gastroprotectoras y puede aliviar náuseas y otros problemas digestivos. Las bebidas fermentadas también aportan sus bacterias y levaduras benficiosas.
Más importante, el sabor y aroma del ginger beer casero es superior al comercial. Además, al prepararlo tú, puedes ajustar el sabor a tu gusto.
Ingredientes
Para elaborar la cerveza de jengibre necesitarás sólo unos cuantos ingredientes sencillos: jengibre, azúcar, agua filtrada (sin cloro) y, opcionalmente, zumo de limón o lima. Para poner en marcha el proceso, también puedes utilizar un poco de levadura la primera vez que la haces. (La levadura seca de panadería funciona bien.) Aún mejor, puedes empezar con una pequeña cantidad de bichito de jengibre activo.
Aunque encontrar los ingredientes no es difícil, hay que tener en cuenta algunas cosas. Es importante utilizar raíz de jengibre fresca y no jengibre seco en polvo. En cuanto al azúcar, aunque prefiero utilizar azúcar sin refinar en la mayoría de mis recetas, suelo utilizar azúcar blanco para fermentos como éste.
Normalmente añado un poco de zumo de limón o de lima a mi cerveza de jengibre pero, si no tengo ninguno a mano, también la he hecho sin él. La verdad es que está bastante buena la hagas como la hagas. Aunque el zumo de limón se añade sobre todo para darle sabor, también ayuda a bajar el pH de la mezcla. Un pH más bajo puede ayudar a evitar que el fermento salga un poco mal resultando en una consistencia viscosa.

Elaboración
El proceso es tan sencillo (y agradecido) como los ingredientes. A lo largo de los años, he experimentado con diferentes recetas. Aunque normalmente empiezo haciendo un jarabe de jengibre y lo fermento, de vez en cuando hago un fermento a partir de jengibre picado. Hay quien prefiere fermentar el jengibre directamente para utilizarlo crudo; pero al final, cualquiera de los dos métodos funciona bien, y no hay mucha diferencia en el resultado final.
Hacer un sirope de jengibre
En el primer método, el que uso más a menudo, primero se hace un jarabe de jengibre con agua, azúcar y jengibre picado. Para que sea más sencillo, yo utilizo un procesador de comida para picar el jengibre. No hace falta que lo peles (sobre todo si se trata de un producto ecológico), pero asegúrate de limpiarlo bien y eliminar todas las zonas que puedan tener moho.
Mientras la trituras, empieza a preparar un jarabe de azúcar combinando partes iguales de agua y azúcar en una cacerola, y calentándolas a fuego medio. Añade el jengibre picado al jarabe de azúcar y cuécelo todo a fuego lento durante unos 5 minutos. A continuación, retira la mezcla de la fuente de calor y déjala enfriar a temperatura ambiente.
Una vez frío, cuela el jengibre para obtener un delicioso sirope de jengibre. Aunque vamos a fermentarlo para nuestra ginger beer, también puedes combinarlo con agua con gas para hacer un delicioso ginger ale casero.
Puedes guardar el jengibre colado para hacer un vinagre de jengibre casero. Yo suelo añadirlo al vinagre de jengibre que tengo en preparación, para enriquecer y darle más sabor al vinagre.
Método del jarabe de azúcar
Si prefieres fermentar el jengibre crudo con el resto de los ingredientes, puedes hacer un jarabe de azúcar sin el jengibre y añadir ambos al fermento por separado. Para hacerlo, sólo tienes que añadir azúcar y agua a partes iguales a una cacerola y calentarlo a fuego medio hasta que empiece a hervir y el azúcar se disuelva. Deja que se enfríe antes de seguir con el proceso.
Preparación para la fermentación
Una vez que tengas listo el jarabe (de jengibre o de azúcar), es el momento de combinarlo con el resto de los ingredientes. Vierte el jarabe en una botella o un tarro grande que pueda cerrarse bien. Un cierre hermético es esencial para que la cerveza de jengibre pueda desarrollar la carbonatación durante el proceso de fermentación. A mí me encanta utilizar botellas con tapa abatible.
Prefiero utilizar botellas de vidrio a las de plástico por razones de salud. No obstante, ten en cuenta que la botella será sometida a mucha presión por el proceso de carbonatación, y que las botellas podrían explotar si se dejan desatendidas durante mucho tiempo. Para evitar estos problemas, utiliza botellas de vidrio de calidad y “haz eructar” la mezcla periódicamente abriendo el tapón y dejando que salga el aire. Una vez que tu ginger beer haya alcanzado el nivel de carbonatación deseado, métela en la nevera para ralentizar el proceso de fermentación.
A continuación, añade el zumo de limón. Si utilizas el jarabe de azúcar simple y no el sirope de jengibre, añade el jengibre picado a la botella ahora. Puede resultar un poco complicado añadir el jengibre picado a una botella con un cuello estrecho, pero si lo echas en el embudo y vas vertiendo el agua filtrada sobre él, verás que entra en la botella con bastante facilidad. Rellena el resto de la botella con más agua.
Para poner en marcha el proceso de fermentación, añade un poco de levadura, un bichito de jengibre activo o algo del sedimento de tu anterior lote de cerveza de jengibre. (Más detalles a continuación).
El proceso de fermentación
Una vez combinados todos los ingredientes, es el momento de fermentar tu ginger beer. Esta es la parte más fácil del proceso, pero también la que requiere más paciencia.
Cierra las botellas y deja que fermenten a temperatura ambiente durante varios días hasta que tengan la cantidad de carbonatación deseada. Si es la primera vez que lo haces, es probable que tarde entre 7 y 10 días, e incluso más si la temperatura ambiente es baja. Si se inicia el fermento con un bichito de jengibre activo o con el sedimento de levadura de un lote anterior de cerveza de jengibre, el proceso de fermentación suele durar mucho menos. De hecho, si se fermenta en un ambiente cálido, ¡puede estar listo en poco más de un día!
El tiempo de fermentación depende en gran medida de lo que utilices para activar el proceso de fermentación y de la temperatura. Un ambiente cálido reducirá en gran medida lo que tarda.
Tendrás que abrir periódicamente las botellas para buscar signos de carbonatación. Una vez que empieces a ver la formación del gas, vigila tus botellas con más frecuencia, ya que podrían explotar si se acumula demasiada presión. Cuando aparezcan los primeros signos de formación de gas, también es el momento ideal para colar el jengibre de las botellas. Vierte el contenido en botellas limpias y deja que termine el proceso de fermentación.
¿Cómo guardar tu ginger beer?
Una vez que la cerveza de jengibre tenga la cantidad de gas deseada, guarda inmediatamente las botellas en el frigorífico. La temperatura fría de la nevera ralentizará el proceso de fermentación.
La cerveza de jengibre fermentada se conserva bastante bien en la nevera, al menos durante varias semanas, probablemente mucho más. (Nosotros siempre hemos consumido la nuestra en pocas semanas, así que no estoy segura de cómo cambia a largo plazo). El sabor puede suavizarse ligeramente y puede perder dulzura con el tiempo.
Aunque por lo general es seguro una vez trasladado a la nevera, no es mala idea “hacer eructar” de vez en cuando las botellas de cerveza de jengibre si utilizas botellas de cristal.
Acelerar el proceso de fermentación
Si añades una levadura activa, acelerarás el proceso de fermentación de tu cerveza de jengibre. También permite asegurar un fermento limpio de mohos y otros microorganismos indeseables.
Hay varias formas de obtener una levadura activa y saludable para acelerar tu fermento.
Bichito de jengibre
Lo ideal es que, si no tienes prisa, te tomes el tiempo de elaborar tu propio bichito de jengibre activo. Es la mejor manera de fermentar tu primer lote de ginger beer. El bichito de jengibre se obtiene de la fermentación natural de azúcar, jengibre picado y agua durante varios días. La mezcla final, puede utilizarse para preparar refrescos saludables, y por supuesto, también lo puedes utilizar para fermentar rápidamente tu cerveza de jengibre. (Aprende cómo hacer un bichito de jengibre).

Levadura comprada en la tienda
Si tienes prisa, puedes ahorrar un poco de tiempo utilizando una levadura de panadería que puedes encontrar facilmente en tu tienda habitual. Yo he probado con levadura seca y funciona bastante bien. Puedes utilizar cualquier tipo de levadura destinada a la fermentación de bebidas, como la levadura de sidra o de vino; y, aunque no lo he probado personalmente, es posible que la levadura de cerveza también funcione.
Sedimento de levadura
Para los siguientes lotes, la mejor manera de acelerar el fermento es guardar parte de la cerveza de jengibre del lote anterior y añadirla al siguiente lote. Los sedimentos de levadura suelen caer al fondo de tu ginger beer casero. El resultado final suele ser bastante claro, pero si agitas la botella, los sedimentos se incorporarán a la mezcla y tu bebida será más turbia.
Yo prefiero servir la cerveza de jengibre clara y dejar el sedimento en el fondo para que me sirva para el siguiente lote.
¿La cerveza de jengibre tiene alcohol?
Dado que se trata de una bebida de fermentación natural como la kombucha, sí desarrollará una pequeña cantidad de alcohol. La cantidad de alcohol variará de un lote a otro dependiendo de la cantidad de azúcar, el tipo de levadura que utilices, y el tiempo de fermentación.
Según mis investigaciones, creo que la cerveza de jengibre suele tener menos del 1% de alcohol recién elaborada. Con el tiempo, el contenido de alcohol puede aumentar hasta el 2-3%. Si se utilizan levaduras destinadas a la fermentación del alcohol, se puede obtener un porcentaje más elevado.
¿Qué método es el mejor?
A estas alturas, he preparado la cerveza de jengibre de diferentes maneras y considero que, en general, está deliciosa independientemente del método que se utilice. Por eso he decidido compartir los dos métodos que más he usado para preparar mis ginger beers. Puedes probar ambos y elegir el que más te convenga.
Algunas personas prefieren fermentar la raíz de jengibre con los demás ingredientes para poder utilizar el jengibre crudo. La idea es conservar las propiedades beneficiosas del jengibre (y también incorporar al fermento las bacterias y levaduras beneficiosas de la raíz).
Cuando utilicé este método, la cerveza de jengibre resultante me pareció un poco fuerte. De hecho, no estaba muy segura de que me fuera a gustar tanto como con el otro método. Sin embargo, después de varios días en la nevera, la cerveza de jengibre se suavizó bastante y su sabor terminó pareciéndose al de los lotes elaborados con sirope de jengibre.
Otra forma de incorporar el jengibre crudo (y probablemente conservar más sus propiedades beneficiosas) es exprimir la raíz de jengibre y añadir el zumo de jengibre con el azúcar y el agua a cada botella. Al utilizar este método, no tendrás que colar las botellas a mitad del proceso.
Solución de problemas
Si tienes problemas para conseguir una cerveza de jengibre clara y burbujeante, es probable que se deba a uno de los ingredientes o a la temperatura en la que la estás fermentando.
El gas no se desarrolla
Si aún no ves signos de carbonatación, es probable que sólo necesites un poco más de tiempo. Mi primer lote tardó más de una semana en desarrollar el gas, incluso con temperaturas cálidas, tras añadirle la levadura seca activa. Una vez que pude utilizar un bichito de jengibre activo o el sedimento de levadura de un lote anterior, el proceso de fermentación fue mucho más rápido. Ahora, por lo general, tardo unos 3 a 4 días en hacer la cerveza de jengibre como a mí me gusta.
Sin embargo, si ves que tarda demasiado en fermentar, puede ser que estés intentando hacerla en una zona demasiado fría. El fermento necesita calor para prosperar.
También podría ser un problema con el agua que estás utilizando. Es importante utilizar agua filtrada (o no clorada) para que el cloro y otros productos químicos no interfieran en el proceso de fermentación. El uso de edulcorantes distintos del azúcar blanco también puede afectar al proceso.
Cerveza de jengibre espesa o viscosa
Aunque no me ha pasado al hacer cerveza de jengibre, pero sí que me pasó una vez al hacer vinagre de sidra de manzana casero. Por mi propia experiencia, este problema puede tener varias explicaciones. En el caso del vinagre de sidra de manzana, suelo utilizar la piel de las manzanas de nuestro manzano. Las cáscaras de las manzanas cultivadas en casa suelen tener grandes cantidades de pectina que pueden espesar el vinagre.
En el caso de la cerveza de jengibre, sin embargo, he leído que puede ser un problema con el pH. Si el pH no es lo suficientemente bajo, el fermento puede favorecer el desarrollo de algunos microorganismos que pueden dar a la cerveza de jengibre una textura inusual. Dependiendo del microorganismo, el sabor y la textura pueden variar un poco. (Esto puede ser más un problema relacionado con las mezclas elaboradas con also llamado “ginger plant”).
Cócteles elaborados con cerveza de jengibre
Aunque la encuentro deliciosa sola o incluso rebajada con un poco de agua con gas, la cerveza de jengibre se suele utilizar en muchos cócteles. La bebida más popular es probablemente el Moscow Mule. El Moscow Mule, elaborado con cerveza de jengibre y vodka, suele servirse en una jarra de cobre.
Para los que prefieren el ron, otro cóctel popular con cerveza de jengibre es el Dark ‘n’ Stormy, hecho con cerveza de jengibre y ron oscuro.
Si prefieres la ginebra, también puedes preparar un cóctel similar con ginebra. He visto que se llama Foghorn o Light ‘n’ Stormy.
Video

Cerveza de jengibre fermentada
Ingredientes
- 2 tazas azúcar (400g)
- 150 gramos raíz de jengibre
- ½ cucharadita evadura seca activa o ⅓ taza de bichito de jengibre activo o de cerveza de jengibre
- 4 litros agua
- 2 limones grandes o 4 pequeños
Elaboración paso a paso
Hacer el sirope de jengibre
- Limpia y pica la raíz de jengibre. Elimina cualquier tipo de moho o zona oscura. También puedes pelar el jengibre, pero no es necesario. El jengibre se puede picar rápida y fácilmente con un procesador de alimentos.
- Mezcla 2 tazas de azúcar con 2 tazas de agua en un cazo. Caliéntalo todo a fuego medio hasta que el agua empiece a hervir. Remueve hasta que el azúcar se haya disuelto por completo.
- Añade el jengibre picado y cuécelo a fuego lento durante unos 5 minutos. A continuación, retira el cazo de la fuente de calor y deja que la mezcla se enfríe por completo.
- Una vez que se haya enfriado, cuela el jengibre del sirope de azúcar. Esto se puede hacer con un colador. También puedes utilizar un paño o una bolsa de leche vegetal para extraer completamente el líquido del jengibre picado.
Fermentar la cerveza de jengibre
- Añade alrededor de media taza de sirope de jengibre a cada botella de 1 litro. (Puedes utilizar un poco más para una cerveza de jengibre más dulce y carbonatada o un poco menos para una menos dulce. Entre ⅓-½ taza está bien).
- Añade el zumo de un limón pequeño o la mitad de un limón grande a cada botella.
- Para poner en marcha la cerveza de jengibre, añade alrededor de un octavo de cucharadita de levadura seca activa a cada botella. También puedes utilizar un tercio de taza de bichito de jengibre activo o de cerveza de jengibre de un lote hecho anteriormente (preferiblemente con el sedimento de levadura del fondo de la botella).
- Llena el resto de la botella con agua y ciérrala. (El tapón debe ser hermético para permitir que se acumule el gas).
- Déjalo fermentar a temperatura ambiente. Comprueba la cerveza de jengibre cada día abriendo la botella y observando si hay gas.
Cómo guardarla
- Una vez que la cerveza de jengibre haya alcanzado el nivel de carbonatación deseado, guarda las botellas en el frigorífico. Las temperaturas frías del frigorífico ralentizan el proceso de fermentación.
- Puedes servir la cerveza de jengibre inmediatamente, o mantenerla almacenada en el frigorífico. Si utilizas botellas de vidrio, hay que “hacer eructar” las botellas de vez en cuando, abriéndolas y dejando salir el exceso de gas. Esto evita que las botellas exploten.
- Con el tiempo, el sabor de la cerveza de jengibre se suavizará. También puede perder parte de su dulzor a medida que la cerveza de jengibre siga fermentando.
Leave a Reply