Cómo Hacer una Manteca Corporal Casera

Nutre tu piel con esta manteca corporal casera fácil de hacer. Si quieres empezar a hacer tus propios productos naturales, pero aún no estás preparado para los emulsionantes y los conservantes, ¡esta receta es perfecta para ti!

He tenido muchas dudas sobre si debería o no compartir en mi blog algún artículo sobre cómo hacer mantecas corporales. No me malinterpretes, a mucha gente le encantan, pero yo rara vez las utilizo. Prefiero lociones caseras más ligeras, que proporcionen mucha hidratación.

Sin embargo, en los últimos años, cada vez más lectores me piden recetas sencillas que no requieran el uso de conservantes y emulsionantes. Las mantecas corporales y las lociones sólidas son perfectas para quienes buscan nutrir su piel con productos caseros que no necesitan ingredientes complicados.

¿Qué es la manteca corporal?

Las mantecas corporales son generalmente mezclas espesas de aceites, mantecas y, a veces, ceras que ayudan a evitar la sequedad en la piel. 

Suelen ser productos anhidros, lo que significa que no incorporan agua como una loción. En su lugar, tienen una base completamente oleosa. Algunas mantecas corporales emulsionadas sí incluyen agua, pero en menor medida que una loción.

Como suelen ser bastante espesas, a menudo se baten para darles una textura más ligera, como la nata montada, lo que facilita su aplicación.

Mantecas corporales vs. lociones

Aunque generalmente prefiero las lociones, hay veces que una manteca corporal puede ser la mejor opción.

Las ventajas de la manteca corporal sobre la loción

• Ingredientes sencillos: Para quienes disfrutan haciendo sus propios cosméticos caseros, las mantecas corporales son bastante populares por su sencillez. Pueden hacerse con pocos ingredientes y no necesitan conservantes ni emulsionantes. Por ello, son perfectas para principiantes en el mundo de la cosmética casera.
• Barrera protectora: Al ser más densas que las lociones, también son más oclusivas, lo que significa que pueden crear una barrera protectora que mantiene la humedad de la piel. Por esta misma razón, su efecto suele durar más que el de la loción.
• Larga vida útil: Al carecer de agua, no son tan propensos al crecimiento microbiano, por lo que tienen una vida útil más larga.

Las desventajas de utilizar una manteca corporal

• Más caras: A diferencia de las lociones, que se componen principalmente de agua, la mayoría de las mantecas corporales se preparan sólo con ingredientes activos como aceites y mantecas. Esto hace que su elaboración sea más cara.
• Grasa: Al ser espesas y densas, algunas personas pueden sentirlas grasosas. Sin embargo, hay formas de reducir esta sensación y mejorar su textura.
• No son tan hidratantes: Al no incluir agua, las mantecas corporales no incorporan tanta humedad a la piel. Para resolver este problema, puedes aplicarlas sobre la piel húmeda o, si tienes la piel muy seca, sobre una loción. 

Si quieres saber más sobre los conservantes y los emulsionantes (y cuándo es necesario utilizarlos), consulta mi guía para principiantes sobre los conservantes naturales y mi guía sobre los emulsionantes.

Cuándo es mejor utilizarlas

Las mantecas corporales proporcionan una gran barrera que evita que la humedad se escape de la piel. Por eso son ideales para las personas que viven en zonas con climas secos.

Las personas con la piel muy seca, o zonas de la piel que tienden a resecarse más, como los codos o talones, probablemente valoren más la sensación consistente y cremosa de las mantecas corporales en estas zonas. 

En invierno, suelo tener las manos muy secas y ásperas, por eso me gusta aplicarme una manteca corporal por la noche y acostarme con guantes de tela. (Los guantes ayudan a mantener el producto en su sitio, evitando que se desprenda en las sábanas). Durante la noche, mis manos se vuelven suaves y mejoran su aspecto.

Los que tienen los pies secos y ásperos podrían hacer lo mismo, utilizando calcetines para mantener la manteca en su sitio.

¿Se puede usar en la cara?

En principio sí, aunque la mayoría de las personas pueden encontrarla demasiado pesada para un resultado agradable. Como tiende a asentarse sobre la piel, en lugar de absorberse como una loción o una crema hidratante, también es más propensa a dejar la piel con un aspecto aceitoso y grasoso.

Ingredientes

Una manteca corporal batida sencilla puede hacerse con sólo unos pocos ingredientes, que quizá ya tengas en casa. De hecho, puedes incluso batir una manteca corporal vegetal semisólida en caso de necesidad (añadiendo una pequeña cantidad de aceite para aligerarla).

Yo suelo utilizar una combinación de una manteca sólida, una semisólida y una blanda o un aceite líquido. Utilizar esta variedad de grasas permite incorporar las propiedades beneficiosas de cada una.

Manteca de mango o karité

En la receta que encontrarás a continuación, utilicé la manteca de mango como ingrediente principal. La manteca de mango se obtiene del hueso del mango, es una manteca semi sólida que tiene un tacto agradable cuando se aplica sobre la piel. Es rica en vitamina A y E, ambos antioxidantes que protegen contra el daño de los radicales libres. La vitamina A favorece la renovación celular, mientras que la vitamina E protege las células del estrés oxidativo. Ambas vitaminas favorecen la salud de la piel.

Si lo prefieres, puedes utilizar la manteca de karité en su lugar, extraída de la nuez del árbol de karité. Al igual que la manteca de mango, contiene altos niveles de vitamina A y E, además de otros nutrientes como el zinc y el hierro. Es fácil de encontrar y se bate muy bien.

La manteca de karité sin refinar tiene un olor algo fuerte que a muchas personas les resulta desagradable o abrumador. Elige la refinada si no te gusta el olor del karité.

Manteca de cacao

La manteca de cacao procede de los granos de cacao. Es una manteca dura, rica en ácidos grasos y polifenoles, lo que la hace muy emoliente y protectora para la piel. Ayuda a mantener la piel suave y flexible a la vez que mejora la elasticidad de la piel y reduce las arrugas.

No sólo es una manteca más dura que la de karité o la de mango, sino que también tiene un punto de fusión más alto. Eso la convierte en un buen complemento para quienes viven en climas más cálidos. 

Al igual que la manteca de karité sin refinar, la manteca de cacao sin refinar tiene un aroma relativamente fuerte que algunas personas pueden considerar abrumador. A otros les encanta porque huele a chocolate. Si te preocupa, elige en su lugar la manteca de cacao refinada.

Puedes sustituírla por manteca de kokum o de tucuma. 

Aceite de almendras dulces

Añadir un poco de aceite líquido a la manteca corporal ayuda a equilibrar su textura espesa, suavizando el producto final. Puedes escoger el que tengas más a mano, incluído el aceite de coco. (El aceite de coco se hace sólido cuando se almacena en ambientes frescos).

Para esta receta, elegí el aceite de almendras dulces porque suele ser bastante fácil de encontrar. El aceite de almendras dulces se obtiene de las almendras prensadas. Es un aceite ligero que es naturalmente antiinflamatorio y tiene un efecto maravilloso en la piel. También es rico en ácidos grasos esenciales, como el ácido linoleico y el ácido oleico. Estas dos grasas ayudan a mantener el equilibrio de humedad en nuestro cuerpo y a prevenir la sequedad de la piel.

Para prevenir la sensación grasosa de una manteca corporal casera, prueba a incluir uno de los llamados “aceites secos”. Son aceites como el de pepitas de uva, o el de rosa mosqueta, que se absorben más rápidamente en la piel. 

Otros ingredientes

Además de las mantecas, añadí vitamina E, un antioxidante, para ayudar a prolongar la vida útil de mi manteca corporal. También añadí un poco de almidón de arrurruz para reducir la textura grasosa. Para darle una fragrancia agradable a la crema, puedes añadir unas gotas de algún aceites esencial.

Elaboración

Aunque hacer una manteca corporal es tan sencillo como fundir todos los ingredientes y verterlos en un recipiente para su uso; hoy voy a mostrarte cómo elaborar una manteca corporal batida. Al batir la mezcla mientras se va enfriando, se va incorporando aire formando un producto más suave y esponjoso, y más fácil de aplicar. Las mantecas corporales batidas se extienden mucho más fácilmente y tienen un tacto más ligero.

Existen varias formas de hacerlo. En primer lugar, tienes que fundir la manteca de cacao para poder combinarla con los demás ingredientes. Algunas personas prefieren calentar y fundir todos los ingredientes juntos. Otros prefieren fundir la manteca de cacao con el aceite líquido e incorporar después la manteca de karité o de mango durante el proceso de batido.

Decidas lo que decidas, derrite suavemente la manteca de cacao (u otra manteca sólida) con el aceite o aceites líquidos, preferiblemente al baño maría. La manteca de mango o de karité puede fundirse con las otras grasas o añadirse durante el proceso de batido. 

• 

• 

• 

Evitar que quede granulosa

La manteca de karité y la de mango pueden volverse granulosas si se calientan por encima de su temperatura de fusión y se vuelven a solidificar lentamente. 

Para evitar este problema, añádelas después de que el resto de los ingredientes se hayan enfriado en su mayor parte, o derrítelas con los demás ingredientes, y luego enfría rápidamente la mezcla en el congelador o sobre un baño de hielo.

Batir la manteca corporal

Una vez que se haya enfriado, puedes añadir los ingredientes sensibles al calor, como la vitamina E y los aceites esenciales (y la manteca de mango o de karité si no la has fundido con los demás ingredientes). También puedes añadir un poco de almidón de arrurruz (u otro almidón) para ayudar a reducir la sensación de grasa. Bate la mezcla con una batidora eléctrica para combinar bien los ingredientes y empezar a incorporar aire. 

Una vez bien combinados, vuelve a poner la mezcla en el baño de hielo o en el congelador durante unos minutos. A continuación, sácala y utiliza una espátula para limpiar las zonas solidificadas de las paredes del molde. Bate la mezcla durante un minuto más o menos antes de devolverla al baño de hielo o al congelador.

Continúa el ciclo de congelación y batido hasta que la mezcla se haya solidificado lo suficiente como para mantener su forma. En ese momento, puedes ayudarte de una cuchara o una espátula para introducir la manteca corporal batida en un recipiente para guardarla. (A mí me gusta usar tarros de cristal con tapas de metal).

Ajustes y resolución de problemas

En algunos casos, puede ser necesario hacer algunos ajustes en la receta. Quizá sea por el clima en el que vives, o simplemente por una cuestión de gustos.

Cómo hacer que sea menos graso

Muchas personas, especialmente las que tienen la piel grasa o las que están acostumbradas a usar lociones ligeras, sienten que la manteca corporal es demasiado grasa.

Para reducir esta sensación, puedes añadir un poco de almidón a la manteca corporal antes de que se solidifique. En mi receta, he utilizado el almidón de arrurruz; pero si no tienes, puedes experimentar con otros almidones como el de tapioca (también conocido como yuca o mandioca), el de maíz o el de arroz.

Otra forma de hacer que la manteca corporal sea menos grasa es evitar el uso de aceites de absorción lenta como el aceite de ricino o el aceite de aguacate. Puedes utilizar aceites de absorción más rápida, los llamados “aceites secos”, como el de pepitas de uva o de rosa mosqueta. Puedes utilizarlos sólos o combinarlos juntos para la parte líquida de tu receta.

Qué hacer si está tiene una textura granulosa

La manteca de karité y la de mango pueden volverse granulosas cuando se funden y se dejan enfriar lentamente.

Si esto ocurre, puedes volver a fundirlas y acelerar el proceso de enfriamiento en el congelador o sobre un baño de hielo, mientras las vas batiendo y mezclando.

Cómo ablandarla si está demasiado dura (o endurecerla si está demasiado blanda)

Es imposible compartir una receta que le guste a todo el mundo, ya que todos tenemos nuestras preferencias. Además, a diferencia de las lociones, en climas cálidos la manteca corporal tendrá una textura más suave, y se endurecerá en ambientes más fríos. Seguro que ahora entiendes por qué es tan importante saber ajustar la receta. 

Se puede ajustar la proporción de mantecas sólidas (como la manteca de cacao), semisólidas (como la manteca de karité o la manteca de mango) y el aceite(s) líquido(s) para  conseguir la textura perfecta. Para obtener una mezcla más suave, aumenta la cantidad de aceite líquido y/o añade menos manteca de cacao. Disminuye la cantidad de aceite líquido y/o añade un poco más de manteca de cacao para una más dura. 

Ten en cuenta, antes de ajustar la proporción, que la manteca sólida contribuye a mantener la barrera oclusiva de la manteca corporal, y también ayuda a aumentar ligeramente el punto de fusión. La manteca de cacao tiene un punto de fusión de alrededor de 35-37ºC (95-98ºF), que es más alto que el de la manteca de mango o de karité, cuyos puntos de fusión están alrededor de 30-32ºC (86-90ºF). Esto es importante para las personas que viven en ambientes cálidos. 

Si dejas la manteca corporal batida en una zona cálida, puede derretirse ligeramente y consolidarse en una crema plana y densa, perdiendo el aire incorporado (y pudiendo volverse granulosa). Sin embargo, si añades demasiada manteca de cacao, obtendrás una manteca corporal dura, cerosa y difícil de aplicar.

Las mantecas semisólidas ayudan a suavizar la mezcla, pero también tienen puntos de fusión relativamente bajos. Tampoco evitan tanto la pérdida de humedad como la manteca de cacao.

Añadir aceites líquidos ayudará a suavizar la mezcla y a que se extienda mejor. Sin embargo, si añades demasiado aceite, el producto no estará lo suficientemente sólido como para obtener una manteca estable.

Ajustes una vez terminado

Es bastante fácil de arreglar si no estás satisfecho con el resultado final. Si está un poco dura, puedes añadir un poco más de aceite sin tener que fundir de nuevo los ingredientes. Puedes añadir un poco de manteca de cacao derretida y batirla con el resto de la mezcla Si necesitas endurecerla.

Si no puedes batir la mezcla, vuelve a fundirla y haz los cambios necesarios. Después, vuelve a realizar el proceso de enfriamiento y batido hasta que quede a tu gusto.

Si vuelves a fundirla, ten en cuenta que la vitamina E y algunos aceites esenciales son más delicados y sensibles al calor. Intenta volver a fundir la manteca con cuidado sobre una olla para el baño maría para mantenerlos lo más intactos posible.

Si crees que la manteca ha perdido su aroma durante el proceso de refundición, prueba a añadir unas gotas adicionales del aceite esencial, sin pasarte. Los aceites esenciales pueden causar sensibilidad cuando se utilizan en grandes cantidades. (Esto es especialmente importante con los aceites más alergénicos o aquellos que son más propensos a causar irritación en la piel). Lo mejor es que mantengas la cantidad total por debajo del 2% de la receta.

¿Cuánto tiempo se conserva?

Como se trata de un producto a base de aceite y no incluye agua, no es propenso al crecimiento microbiano. Esto significa que, a menos que se contamine con agua (por ejemplo, aplicándolo con las manos mojadas, o almacenándolo en un ambiente húmedo), no deberías preocuparte por las bacterias o el moho. Si tienes cuidado al utilizarlo, no es necesario añadir ningún conservante.

Por tanto, la duración de este producto no depende del crecimiento microbiano, sino de la vida útil de los ingredientes utilizados. Para determinar la fecha de consumo preferente, comprueba las fechas de caducidad que figuran en los envases de las mantecas y los aceites elegidos. Tu manteca corporal tendrá una vida útil igual a la de los ingredientes con la fecha de caducidad más corta. Si seguimos esta lógica, si utilizas aceites o mantecas frescas, tu mezcla se conservará mucho más tiempo.

Para ayudar a prolongar ligeramente la vida útil de la manteca, puedes añadir un antioxidante como la vitamina E (en torno al 0,5% de la receta). Es mejor pesar la vitamina E con la mayor precisión posible, ya que añadir demasiada puede tener el efecto contrario y contribuir a que se ponga rancia más rápidamente. 

Video

Esta receta se publicó aquí por primera vez el 3 de febrero de 2019. Se ha republicado con nuevas fotos, vídeo, e instrucciones más claras.