Estos deliciosos y saludables polos de gelatina de sandía son divertidos de hacer y aportan una dosis saludable de colágeno y proteínas. Además, tienen una textura perfecta y ¡no gotean!

Aquí en el blog, ya os he enseñado a hacer un postre de gelatina saludable y delicioso, utilizando fruta fresca y zumos de fruta. Hoy he decidido dar un paso más y convertirlo en divertidos polos de gelatina.
Cuando era niña, la marca Jell-O (marca de gelatina en Estados Unidos) hacía lo que se conocía como “Jell-O Gelatin Pops“. Aparecieron a mediados de los 80 y, desgraciadamente, no estuvieron mucho tiempo en el mercado. Me encantaban. A pesar de que se vendían como hechos con fruta real, imagino que también incluían algunos sabores y/o colores artificiales. Incluso si no es así, eran bastante dulces.
Cuando dejaron de venderlos, empecé a hacerlos yo misma. En aquella época, estaba convencida de que la grasa y las calorías eran “el enemigo”, así que hice mi propia versión “saludable” con Jello-O Lite, que contiene edulcorantes artificiales. (Además de colorantes y aromatizantes artificiales).
Desde entonces, he adaptado la receta para hacer una versión más sana y con alimentos reales de uno de mis dulces favoritos de la infancia.
¿Por qué hacer polos de gelatina?
Definitivamente tenéis que probarlos…
Gran textura
La gelatina cambia la consistencia del polo de una manera que no puedo explicar. Algunas personas los describen como “cremosos”, pero no de la misma manera que los helados. Además, son más suaves y blandos que los polos hechos sólo con zumo o puré de frutas.
Relativamente sano
Si utilizas gelatina saludable, como la que se obtiene de animales alimentados con pasto y criados en libertad, aportarás una dosis saludable de colágeno y proteínas a los polos.
No gotean
No sólo la textura es estupenda, sino que me encanta que no goteen de la misma manera que los otros polos. Esto los hace perfectos para los niños. Cuando empiezan a derretirse, en lugar de un flujo constante de zumo que cae del polo, ¡se convierten en piruletas de gelatina!
Ingredientes
Los polos se pueden hacer con sólo dos ingredientes: sandía y gelatina.

La primera vez que los hice, utilicé rodajas de lima para que se pareciera a la corteza verde de la sandía. Para la capa blanca entre el verde de la lima y el rojo de la sandía, añadí un chorrito de leche de coco en la parte superior de los polos antes de poner la lima.
Desde entonces, he probado con la propia corteza de la sandía para hacer una presentación sólo con la sandía y la gelatina, y la verdad es que queda un resultado muy divertido y me encanta. Así que, para esta receta, realmente sólo necesitas la sandía y la gelatina.
Puedes endulzar la mezcla con un poco de azúcar o algún otro edulcorante, pero, para mí, con la sandía es suficiente.
Elaboración
Primero, corta la sandía en cubos y haz un zumo con la batidora o licuadora.
Una vez licuada, puedes empezar a ablandar la gelatina en una parte del zumo de sandía. Esto ayudará a que se expanda y se disuelva más fácilmente, lo que reduce el tiempo de cocción y ayuda a mantener la frescura y el sabor de la sandía en el resultado final.
Una vez que la gelatina haya “florecido” (se haya ablandado e hinchado), añade un poco más de zumo de sandía y pon la mezcla en un cazo a fuego lento mientras remueves hasta que la gelatina se disuelva por completo.
Retira el cazo del fuego y añade el zumo de sandía restante para enfriar la mezcla. A continuación, viértelo en los moldes.
Polos que parecen sandías
Para conseguir unos polos con un aspecto espectacular, añade un poco de verde en la parte inferior para que parezca una rodaja de sandía de verdad.
La primera vez que los hice, utilicé tazas de café redondas como moldes y puse rodajas de lima para añadir ese toque verde. Para añadir algo de blanco entre la sandía y la “corteza”, vertí un chorrito de leche de coco sobre la gelatina de sandía antes de añadir la rodaja de lima y congelar. (Si añades los ingredientes por separado, dejando que la mezcla empiece a gelificarse, el resultado final será menos uniforme, con capas bien diferenciadas, en lugar del aspecto en degradado como el mío).
Aunque creo que quedaron muy bonitos, la rodaja de lima le dio un sabor amargo a la capa de leche de coco. Teniendo esto en cuenta, creo que es mejor añadir la rodaja de lima después de que los polos se hayan congelado, o probar con mi método más reciente.
Este año, utilicé moldes con formas más clásicas para mis polos y decidí utilizar la propia cáscara de la sandía para sujetar los palos. Mis moldes para polos en acero inoxidable vienen con placas de acero con agujeros para colocar los palos. Decidí sustituirlas por trozos de corteza de sandía cortados a medida.
Como experimento, corté algunas de las cáscaras un poco más grandes que la parte superior de los moldes, y otras para que cupieran dentro de los mismos. Supuse que la expansión de la mezcla al congelarse haría que todos los polos salieran bien.
Sin embargo, al final, aquellas que no cabían dentro del molde terminaron por separarse del resto del polo y no quedaron tan bien como las otras. Así que sugiero cortar las cáscaras para que quepan dentro de los moldes.
Al utilizar trozos más pequeños adaptados a los moldes, las cáscaras se quedaron flotando en la superficie de la mezcla, así que no tuve ningún problema con que se hundieran hacia abajo. A medida que los polos se van congelando, las cáscaras van subiendo y acomodándose.
Si esto te ocurre (que se te hunden), prueba a colocar los moldes en la nevera y dejar que la mezcla se gelifique antes de añadir las cortezas con los palos.
Otros polos de gelatina
Me encantan los polos de gelatina y los he hecho diferentes con sabores usando frutas. Mis favoritos son los de sandía y los de gelatina de piña, hechos con zumo de piña. (¡Apuesto a que los polos de piña también quedarían muy bien usando la corteza de la piña para sujetar los palos!)
Además de utilizar diferentes frutas, también puedes añadir un poco de nata a la mezcla para hacerla más cremosa. (Dicen que los polos de gelatina originales se hacían con nata montada).
La próxima vez, quizá intente añadir un poco de yogur o kéfir casero a los polos de gelatina hechos con puré de fresas. Creo que pueden saber un poco a tarta de queso con fresas.
Conseguir que la gelatina se gelifique
Lo que más me gusta de esta receta es su textura cuando la haces con una alta concentración de gelatina. Casi me recuerdan al regaliz, algo que siempre me ha encantado, pero que no me permito comer muy a menudo. Son más suaves y menos helados que los polos de fruta hechos sólo con zumo o puré de fruta.
Para conseguir esa textura (y la ventaja de que no gotean), es necesario que la gelatina se gelifique.
Frutas frescas que no se gelifican
Desgraciadamente, no todas las frutas frescas permiten que se gelifique la gelatina. Algunas frutas como la piña (fresca o congelada), tienen enzimas proteolíticas que afectan a la estructura del colágeno, que es lo que hace que la gelatina se gelifique. Son las mismas enzimas que hacen que la piña sea un gran ablandador natural de la carne.
Por otro lado, los zumos de fruta comprados en la tienda suelen gelificar sin problemas. Esto se debe a que suelen estar pasteurizados, y el proceso de pasteurización rompe las enzimas. Eso permite que la estructura del colágeno se forme en una gelatina gelificada.
Frutas con enzimas proteolíticas
- piña
- kiwi
- mango
- higos
- papaya
- jengibre
- guayaba
- papaya
Si solo quieres añadir una dosis saludable de colágeno y proteínas a tus polos de fruta, entonces realmente no importa qué frutas o zumos utilices, o si han sido pasteurizados o no. Por otro lado, si buscas la textura que una gelatina gelificada le da a los polos, utiliza frutas sin enzimas proteolíticas que interrumpan el proceso de gelificación.
Para hacer polos de gelatina saludables utilizando otros zumos o purés de frutas, consulta mi post sobre cómo hacer un postre de gelatina saludable. Allí encontrarás más consejos y trucos sobre cómo gelificar las distintas frutas y zumos.
Video

Polos de Gelatina de Sandía
Ingredientes
- 2 tazas de puré de sandía
- 1 cucharada de gelatina
- ¼ de taza de leche de coco opcional – para decorar
- rodajas de lima kiwi o melón verde opcionales – para decorar
Elaboración paso a paso
- Corta la sandía en trozos pequeños (sin cortezas ni semillas). Mézclalos en una batidora hasta obtener unas dos tazas de zumo/puré.
- Ablanda (florece) la gelatina añadiéndola a un bol con ¼-½ taza de zumo/puré de sandía.
- Mientras tanto, en un cazo, calentar alrededor de ½ taza del puré de sandía a fuego lento o medio. Cuando empiece a calentarse, añade la gelatina ablandada y sigue cocinando y removiendo hasta que la gelatina se disuelva.
- Retira el cazo del fuego y añade el resto del puré de sandía para enfriar la mezcla.
- Verter en los moldes y congelar. Si la mezcla de gelatina está todavía bastante caliente después de añadir el puré de sandía restante, deja que se enfríe a temperatura ambiente antes de colocar los moldes en el congelador.
- Si quieres una forma fácil de sujetar los palos de los polos en los moldes, puedes gelificar primero la gelatina en la nevera. Así podrás colocar los palos justo donde los quieres. La gelatina los mantendrá en el lugar correcto mientras se congelan.
- Otra opción es cortar trozos de cáscara de sandía del tamaño de la parte superior de los moldes y perforarlos con los palos de helado. Los trozos de corteza mantendrán los palos en su sitio y harán que los polos tengan un aspecto muy bonito. (Si usas moldes redondos, puedes usar rodajas de lima en su lugar).
- Opcional: vierte un chorrito de leche de coco sobre la gelatina de sandía antes de añadir las rodajas de lima o las cáscaras de sandía para conseguir el aspecto de la carne blanca de la sandía a lo largo de la corteza. (Si dejas que el puré de sandía se gelifique primero, acabarás teniendo capas en lugar de un aspecto en degradado).
- Congela los polos durante varias horas hasta que estén listos.
- Sacar de los moldes y servir. Si te cuesta sacarlos de los moldes, puedes pasarlos por agua corriente caliente durante unos segundos antes de sacarlos.
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