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Pasta de Tomate Casera: Cómo Hacer Concentrado de Tomate Fácil

Convierte tus tomates frescos en una pasta de tomate casera espesa y llena de sabor. Ideal para sopas, salsas y guisos.

Un tarro de cristal con pasta de tomate y una cuchara de madera, rodeado de tomates frescos y perejil sobre una superficie marrón.

Cada verano que plantamos huerto, acabo teniendo más tomates de los que sé cómo utilizar. Después de hacer un montón de salsas y sopas, siempre me gusta aprovechar lo que me sobra. Una de mis maneras favoritas de hacerlo es preparar pasta de tomate casera.

Espesa, rica y naturalmente dulce, es el ingrediente secreto que realza el sabor de casi cualquier receta. ¿Lo mejor? No necesitas utensilios especiales ni herramientas de conserva. Puedes prepararla directamente en la encimera, meterla al horno, o dejar que la olla lenta haga el trabajo por ti.

Una vez que la pruebes, no querrás volver a usar la pasta de tomate que compras en el supermercado.

🍅 Resumen rápido

Pasta de tomate casera (3 maneras)

  • Mejores tomates: Usa tomates Roma o de tipo “para salsa”, que tienen más carne y menos agua.
  • Pasos: Tritura → cuela → cocina a fuego lento hasta que espese.
  • Métodos de cocción: En la encimera (más rápido), en la olla lenta (sin tener que vigilarla), o en el horno (con un toque más caramelizado).
  • Conservación: Guarda la pasta en el refrigerador hasta una semana o congélala en cubiteras para tener porciones listas.
  • Consejo extra: Omite el aceite si piensas congelarla; así se conserva mejor.

¿Qué es la pasta de tomate?

La pasta de tomate es tomate cocido y reducido hasta obtener una textura espesa y un sabor muy concentrado. Es más densa que una salsa de tomate normal, por lo que solo necesitas una pequeña cantidad para dar mucho sabor a sopas, salsas o guisos.

En algunas partes del mundo, se seca al sol hasta que casi no queda agua en la mezcla. Así obtienen un concentrado intenso y fácil de conservar.

Por qué hacerla en casa

Hacer pasta de tomate casera es una de mis maneras favoritas de aprovechar los tomates frescos del huerto o del mercado. Al ser tan concentrada, puedes reducir una gran cantidad de tomates en muy poco espacio.

Después puedes congelarla, envasarla o incluso usarla para preparar kétchup fermentado, que también se conserva sorprendentemente bien.

Hacerla tú misma te deja saborear algo más fresco, sin conservantes ni aditivos, y también te ahorras los envases que no necesitas. Lo mejor es que tienes varias formas de hacerla: puedes cocinarla en la encimera, hornearla, o usar una olla lenta. ¡Es facilísima!

Ingredientes

Como te imaginarás, el ingrediente principal de la pasta de tomate casera son, claro, los tomates frescos.

Añadir otros ingredientes es totalmente opcional. Hay quien incorpora un poco de aceite de oliva, o incluso pimientos rojos (como los italianos o del tipo morrón). También puedes añadir una pizca de sal si lo prefieres.

A mí me gusta hacer la pasta lo más sencilla posible y luego irle añadiendo otros ingredientes cuando la use en distintas recetas.

Varios tomates enteros se colocan sobre una encimera, junto a una rama de tomates, un cuchillo y una tabla de cortar de madera: los ingredientes perfectos para preparar pasta de tomate fresca.
Los tomates Roma (a la derecha) son más alargados y carnosos que otras variedades.

Qué tomates usar

Puedes usar prácticamente cualquier tipo de tomate, pero algunas variedades funcionan mejor que otras.

A mí me gusta usar tomates Roma o los llamados tomates para salsa, porque tienen más carne, menos semillas y menos agua. Eso significa que se cocinan más rápido y dan como resultado una pasta más espesa y con un sabor más concentrado.

Si usas tomates normales del huerto o del mercado, también quedará deliciosa. Simplemente tendrás que cocinarlos un poco más tiempo hasta conseguir la misma textura.

La mayoría de los tomates ideales para salsas y pastas son más alargados u ovalados que redondos, así que son fáciles de reconocer cuando los elijas.

Materiales

No hace falta que tengas utensilios muy especiales para hacer pasta de tomate, pero si cuentas con las herramientas adecuadas, todo puede hacerse más fácil y, de paso, ensuciarás un poco menos.

Aquí tienes lo que más te puede ayudar:

  • Licuadora o procesador de alimentos – para triturar rápidamente los tomates.
  • Colador fino o pasapurés – para separar las pieles y semillas y obtener una textura suave.
  • Olla grande o slow cooker (olla de cocción lenta) – según el método que elijas para cocinarla.
  • Espátula de silicona – perfecta para remover y raspar mientras la pasta se espesa.
  • Cubiteras para congelarlas cuadradas aprovechan mejor el espacio del congelador.
  • Bolsas o recipientes aptos para congelar – para guardar los cubos de forma ordenada.
  • (Opcional) Deshidratador o bandejas para horno – si quieres probar una versión seca tipo pasta de tomate al sol.

Cómo hacerla paso a paso

Hay muchas formas de hacer pasta de tomate, y cada persona tiene su método favorito. Algunas personas prefieren pelar y quitar las semillas de los tomates antes de cocinarlos, mientras que otras los cocinan enteros y los cuelan al final.

Yo he probado las dos maneras y he encontrado un método sencillo que ahorra tiempo y funciona de maravilla.

Paso 1: Preparar y triturar

Lava bien los tomates, quítales los tallos y córtalos en trozos.

En lugar de pelarlos, me gusta triturarlos directamente en la licuadora o procesador de alimentos; es mucho más rápido. Tritura hasta obtener un puré de tomate homogéneo.

Tres imágenes muestran: tomates lavados en un fregadero, cortados en rodajas sobre una tabla de madera con un cuchillo y colocados en una jarra de batidora, listos para convertirse en pasta de tomate.

Paso 2: Colar pieles y semillas

Vierte el puré de tomate sobre un colador fino o pasapurés colocado encima de una olla grande.

Usa una cuchara o espátula de silicona para presionar la mezcla y extraer el jugo y la pulpa, dejando las semillas y pieles. Así obtendrás una salsa suave que se cocinará de forma uniforme.

Si lo prefieres, puedes omitir la licuadora y pasar los tomates directamente por el pasapurés desde el principio.

(En este momento también puedes añadir un poco de pimiento rojo u otras verduras si quieres darle un sabor más dulce o complejo.)

Tres paneles muestran el proceso de elaboración de la pasta de tomate: verter los tomates licuados a través de un tamiz, colar la pulpa, y el puré de tomate resultante en una olla, con tomates frescos cerca.

¿Dejar o no las pieles y semillas?

Hay quien prefiere cocinar la salsa con las pieles y las semillas y colarla al final. La idea es que la pectina de las pieles ayuda a que el concentrado espese más rápido.

Puede que sea cierto, pero yo he notado que al dejarlas, la salsa puede quedar un poco más amarga.
A mí, la verdad, me gusta más cuando el sabor es más limpio y la textura es suave. Por eso, suelo quitarle la piel y las semillas antes de cocinarla y empiezo directamente con el puré.

De todos modos, puedes probar las dos maneras y quedarte con la que más te guste. ¡No hay una sola forma “correcta” de hacerlo!

Métodos de cocción

Después de colar tu puré de tomate, cocínalo hasta que se evapore el agua. El objetivo es sencillo: conseguir una pasta espesa y concentrada.

Puedes hacerlo en la encimera, en el horno, o en una olla lenta. Cada método tiene sus ventajas.

En la encimera

Este es el método más tradicional (y mi favorito). Vierte el puré de tomate en una olla ancha y cocínalo a fuego bajo, removiendo de vez en cuando hasta que espese. A medida que el agua se evapora, la pasta se oscurece un poco y su sabor se vuelve más intenso.

Es importante mantener el fuego bajo, porque cuando la pasta empieza a espesarse puede quemarse fácilmente.

Remueve más seguido hacia el final y quédate cerca. Si quieres, puedes terminar el proceso en el horno o en la olla lenta para no tener que vigilarla tanto.

En la olla lenta (slow cooker)

Si prefieres no estar pendiente, la olla lenta es una excelente opción. Vierte el puré en la olla y cocínalo en modo bajo (Low), sin tapa, para que el agua se evapore.

Cuando empiece a espesar, ponlo en el modo “mantener caliente” o simplemente muévelo de vez en cuando con una espátula de silicona, raspando los bordes y el fondo para que no se quede pegado.

En el horno

Mucha gente hace toda la pasta en el horno, pero a mí me gusta usarlo solo para el final. Así logro que la pasta quede más espesita o con un toque caramelizado que le da un sabor especial.

Reparte el puré de tomate sobre una bandeja para horno que tenga un borde (o también puedes usar las bandejas de un deshidratador, si es que tienes una). Pon el horno a una temperatura baja, entre 90 y 110 °C (200–225 °F).

Si tu horno tiene ventilador o convección, actívalo para que la humedad se evapore más rápido.

Hay quienes prefieren dejar la puerta del horno un poco abierta para que se escape el vapor, pero para mí, eso no es necesario. De vez en cuando, mueve la pasta con una espátula y échale un vistazo al final. Cuanto más espesa se ponga, más fácil se quema.

Te llevará un poco más de tiempo que si lo hicieras en la encimera, pero es una forma más tranquila y segura de asegurarte de que no se pegue.

Un tarro de cristal abierto de pasta de tomate con una cuchara de madera apoyada encima, colocado sobre una superficie de madera con tomates frescos al fondo.

Conservación y duración

La pasta de tomate casera se conserva mejor que la salsa porque tiene menos agua. La duración dependerá de lo espesa que te haya quedado la pasta.

Si todavía tiene algo de líquido, suele durar unos 7 a 10 días en el refrigerador.

Si la has reducido mucho, puede durar de dos a tres semanas, especialmente si le pones una ligerita capa de aceite de oliva por encima.

También puedes alargar su duración si eliminas el aire alrededor usando una envasadora al vacío.

Como a veces es complicado saber cuánto tiempo durará cada cosa, yo prefiero congelar lo que no voy a necesitar esta semana.

Congelar la pasta de tomate

Lo ideal es congelarla en pequeñas porciones, para poder usar solo lo que necesites. Me gusta usar las cubiteras cuadradas que utilizo para congelar puré de calabaza, comida para bebé o pesto.

La ventaja de los cubos cuadrados es que encajan perfectamente en las bolsas para congelar, sin dejar espacios vacíos. Así puedes apilar las bolsas en los cajones del congelador, y revisarlas como si fueran carpetas en un archivador.

Izquierda: Tomates frescos, salsa de tomate en tarro y pasta de tomate congelada en una cubitera. Derecha: Congelador con bolsas ziplock y recipientes que contienen alimentos congelados.

¡Ahorras muchísimo espacio y todo queda ordenado!

Envasado (Canning)

Si prefieres envasar tu pasta de tomate, también es posible hacerlo de forma segura, siempre que tenga suficiente acidez. Para garantizarlo, puedes añadir unas gotas de jugo de limón o una pizca de ácido cítrico a cada frasco antes de cerrarlo.

Esto ayuda a prevenir el crecimiento de bacterias como el Clostridium botulinum, responsable del botulismo.

No suelo envasar mi pasta de tomate, ya que el congelado me funciona bien, pero es una buena opción para conservar a temperatura ambiente.

Si te interesa aprender más, puedes leer aquí cómo envasar salsa o pasta de tomate casera paso a paso.

Cómo usar la pasta de tomate

La pasta de tomate casera es uno de esos ingredientes que realzan el sabor de casi cualquier plato. Una o dos cucharadas bastan para dar más cuerpo y color a sopas, salsas o guisos, sin añadir demasiada agua.

También es perfecta para preparar condimentos caseros. Pruébala en mi receta de kétchup fermentado o en mi salsa barbacoa casera.

En casa, a mi hijo le encanta mezclar carne picada cocinada con esta pasta de tomate, ajo, comino y sal. Luego, lo sirve en tortillas para hacer unos tacos rápidos. Aporta justo el toque de sabor a tomate sin que la mezcla quede demasiado líquida.

Consejos y trucos

  • Usa tomates carnosos como los Roma o San Marzano para obtener una pasta más espesa y con más sabor.
  • Cocina a fuego lento. Esa es la clave para conseguir un sabor más profundo y un color rojo intenso.
  • Recuerda que la pasta se pone más espesa cuando se enfría, así que es mejor detener la cocción un poco antes de que esté en su punto perfecto.
  • Omite el aceite si planeas congelarla. Así se conservará mejor durante más tiempo.
  • Para acelerar el proceso, puedes retirar las partes con más semillas antes de triturar. Son las que contienen más agua.

Preguntas frecuentes

¿Cuánto dura la pasta de tomate casera?

En la nevera, dura alrededor de una semana si no está muy espesa.
Si la has reducido bien, puede durar dos o tres semanas.
Para conservarla más tiempo, congélala en cubitos. Así puede durar hasta un año.

¿Puedo usar tomates cherry?

Sí, pero son más acuosos y un poco más dulces. Así que necesitarás cocinarlos más tiempo para lograr la misma consistencia.

¿Puedo saltarme el paso de colar los tomates?

Puedes hacerlo, pero la pasta quedará menos suave y puede tener un sabor ligeramente amargo por las pieles y semillas.

Video

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Un tarro de cristal con pasta de tomate y una cuchara de madera, rodeado de tomates frescos y perejil sobre una superficie marrón.

Pasta de Tomate: Como Hacer Salsa de Tomate Concentrada

Conserva tus tomates frescos preparando una pasta de tomate casera. Puedes hacerla en la encimera, en el horno o en una olla lenta. Rica, espesa y perfecta para aprovechar la cosecha del verano.
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Tiempo de preparación: 25 minutos
Tiempo de cocción: 4 horas
Tiempo Total: 4 horas 25 minutos
Raciones: 30 Cdas.
Calories: 28kcal

Herramientas

  • pasapuré opcional
  • colador opcional

Ingredientes

Instrucciones 

Preparar y triturar

  • Lava bien los tomates, quítales los tallos y córtalos en trozos.
  • Tritúralos en la licuadora o procesador de alimentos hasta obtener un puré uniforme.
  • (Si deseas, puedes añadir pimiento rojo u otras verduras antes de triturarlos.)

Colar

  • Coloca un colador fino o un pasapurés sobre una olla grande (o sobre el recipiente de una olla lenta).Vierte el puré y presiona con una cuchara o espátula hasta que solo queden las pieles y semillas.Repite con el resto de los tomates.

Cocinar (elige un método)

    En la encimera/estufa

    • Cocina a fuego bajo, removiendo de vez en cuando hasta que espese. Reduce el fuego hacia el final para evitar que se queme.

    En la olla lenta

    • Cocina a fuego bajo sin tapa, removiendo de vez en cuando, hasta que espese y tenga un sabor intenso.

    En el horno

    • Extiende la mezcla en una bandeja con borde y hornea a 90–110 °C (200–225 °F).Remueve de vez en cuando hasta que alcance la consistencia deseada.

    Guardar o congelar

    • Guarda la pasta en frascos limpios o congélala en cubiteras. Cuando esté congelada, pasa los cubos a bolsas para congelar para un almacenamiento más práctico.

    Notas

    • Hacer pasta de tomate casera lleva tiempo, pero vale la pena.
    • Úsala en sopas, salsas, o para sazonar carne picada en tacos caseros.
    • Se conserva 7–10 días en el refrigerador, o más si está muy concentrada.
    • Para almacenarla por más tiempo, congélala hasta un año, o envasarla añadiendo un poco de zumo de limón o ácido cítrico si lo prefieres.
    • Para mantener el congelador ordenado, usa cubiteras cuadradas: los cubos encajan perfectamente en las bolsas y ahorran espacio.
    • (Opcional) Para un sabor más dulce, añade pimiento rojo o cebolla antes de triturar los tomates.
    Plato Condimentos
    Cocina global
    Dieta Gluten Free, Low Calorie, Low Fat, Low Lactose, Low Salt, Vegan, Vegetarian
    Palabra clave concentrado de tomate, pasta de tomate
    ¿Has probado esta receta?Menciona @thethingswellmake o etiqueta #cosascaseras!

    Información nutricional

    Ración: 1Cda. | Calorías: 28kcal | Carbohidratos: 4g | Proteina: 1g | Sodio: 6mg | Potasio: 286mg | Fibra: 1g | Azúcar: 3g | Vitamina A: 1010IU | Vitamina C: 16.6mg | Calcio: 12mg | Hierro: 0.3mg

    Esta receta se publicó originalmente el 11 de noviembre de 2016 y fue completamente actualizada en octubre de 2025, con nuevas fotos e instrucciones más claras.

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    31 comentarios

    1. Excelente receta muchas gracias por compartirla, y esta muy bien explicada.,

      1. Mil gracias por esa buena explicación. La haré así.
        Desde Venezuela.

      2. me encanta esta receta, abrazos y bendiciones de Dios, gracias por compartir 🙏🙏😊😊

      1. Hola, es la primera ves que hago espero me quedé tal como tú receta muchas gracias desde Uruguay .?

    2. Hola buenas tardes, te explico algo. Los tomates al quitarle el tallo le queda una parte verde pegada al tomate (la base donde está pegado el tallo) eso es necesario quitarlo la hacer las salsa? Gracias

          1. Hola Catalina,
            Normalmente lo hago en una olla normal porque soy impaciente. 😉
            Realmente depende de lot tomates que uses y lo concentrado que quieres que sea. Hay algunos tipos de tomates con mucha cantidad de agua y tardan mucho más que otros. Es probar y dejar que se evapore el agua hasta que llegue a la consistencia que quieras.

    3. muy buena y clara explicación, felicitaciones desde Paraguay Tracy Ariza, Que Dios le acompañe

      1. Hola Carmen,
        Si le echas un poco de azúcar, reduce un poco el acidez y hace una salsa más equilibrada. También he visto que hay quien le añade una pizca de bicarbonato pero yo nunca he probado eso.

    4. Me encanta! Solo quisiera saber, en cuánto tiempo caduca si la conservo refrigerada?

      1. Hola Vale,
        Es difícil poder ponerle fecha ya que depende mucho de cuánta agua queda al final. Si la reduces mucho, puedes hacer una pasta que dura muchísimo. (Y si quieres que dure aún más, puedes fermentarla con un poco de whey o kombucha o algo así.) (En el enlace, enseño cómo hacer un ketchup fermentado- pero en inglés. Así, puede durar hasta meses.)
        Hay que tener un poco de sentido común. Si ves que cambia el color o sabor o ves algo raro, mejor tirarlo.

        1. excelente la hice desde Bristol virginia en Estados Unifos me quedo deliciosa!!!

    5. ¡Qué buena guía para hacer pasta de tomate! Me ha encantado lo bien explicado que está todo, desde las herramientas hasta los consejos para pelar y conservar los tomates. Me han parecido muy útiles las ideas para congelarla en cubiteras, ¡así da gusto aprovechar los tomates del verano!